Sí, ya lo tenían todo: un líder y un gerente (D. Juan Reche y Reche), una fábrica que reconocía el valor del trabajo y del mineral (Sociedad Española de Talcos) y un pueblo unido por el socialismo (Sociedad Obrera Socialista). Sólo faltaban herramientas para la extraccción del talco y alimento para las bestias, sí, faltaba eso, porque la miseria llenaba las manos de las familias y de los trabajadores de Somontín.
D. Juan Reche y Reche, el resto de la "Sociedad" y los vecinos de Somontín esperaban y celebraban la llegada del camión, el camión de la esperanza, del trabajo y la dignidad, que traería los útiles y las herramientas necesarias para vivir y trabajar: Picos, Azadas, Espuertas, Cuerdas, Ganchos, Tornos, Marros, Punteros..... Además de alimento para los burros y los mulos que acarreaban el jaboncillo hasta la Estación de Purchena.
Esto fue una fiesta, la fiesta de la libertad, la fiesta de la revolución, la fiesta de la victoria, que resuena por siempre en Somontín.